La frase cómo ser un coach inunda las redes sociales, miles de personas a diario buscan herramientas, consejos y técnicas para convertirse en uno, otros se autoproclaman y lo hacen en las más diversas categorías: coach transformacional, de vida, ejecutivo, nutricional, etc.
A diferencia de lo que ocurre con otras profesiones, no es ninguna falta adoptar tal título, ya que el término hasta el momento no se ha institucionalizado como una carrera universitaria.
Ser coach es parecido a ser un sastre o un carpintero, en el sentido que lo único que te acredita como tal es tu desempeño en el área.
En la medida que lo ejerzas de manera consistente y valiosa, te ganarás el derecho a ser llamado coach.
Tabla de Contenido
1. ¿Es indispensable la profesionalización del coach?
Es cierto que existen muchas escuelas de formación que te certifican como un profesional del coaching, también están los gremios y federaciones internacionales como la ICC, IAC y la EMCC que exigen una buena cantidad de requisitos formales para aceptarte entre sus filas y acreditarte como tal.
Pero la verdad es que, ninguna de estas organizaciones tiene la facultad exclusiva de determinar quién es un auténtico coach y quién no.
La palabra coach se asocia a muchos conceptos y el que más resalta es el de “entrenador”. Donde también parece haber consenso es que el coach, incluso el coach deportivo, trabaja en esencia con la mente del coachee o sujeto que recibe el coaching.
2. Cómo ser un coach transformador de la mente humana
El coach se encarga de liberar el potencial creador y transformar la mente humana.
Para lograrlo, necesita disminuir la fuerza de las creencias limitantes que todos tenemos en mayor o menor medida para luego potenciar los pensamientos útiles y orientados al logro, al desarrollo.
Me gusta llamar al coach “farolero”, porque su mejor función es iluminar espacios en la mente que han sido tomados por la oscuridad del miedo o que simplemente nunca habían sido visitados.
2.1-El poder de la conversación en coaching
Otra idea que define muy bien al coaching es la “conversación”.
El buen coach conversa con su cliente aplicando un nivel de interés y atención que parecen escasos hoy día en las relaciones interpersonales.
La conversación atenta y llena de preguntas poderosas es virtualmente invencible, no existe manera de que mediante buenas preguntas se falle en generar insights o momentos de iluminación que terminen por precipitar cambios de visión, o mejor aún, transformación de conductas en el individuo.
Un gran desafío de este profesional está en, mediante un posterior seguimiento, convertirconductas puntuales en hábitos permanentes. Llegado ese nivel, el milagro del coaching se habrá consagrado.
La “conversación” a la que aludimos debe ser promovida más adentro que afuera.
El coach debe buscar que te cuestiones a ti mismo, que desafíes tu estado actual y que seas tú mismo quien, haciendo uso del liderazgo personal y responsabilidad propia decidas que hacer y que no.
Nadie puede aconsejarte mejor que tu propia conciencia, cuando a ésta se le hacen las preguntas correctas. Por tal razón, se asocia la disciplina del coaching a la mayéutica de Sócrates y se sugiere a menudo como “el arte de hacer preguntas”.
2.2-De la compasión al compromiso
Por último, ser un coach implica entender que la única forma de ayudarte a ti mismo es ayudando a otros con genuina intención y compromiso.
De aquí que la compasión es el mejor valor que puede practicar un coach. No hablamos solo de ponerse en la piel del otro, hablamos también de tener una firme voluntad de sacar a cierta persona de su situación de dolor.
Existen notables diferencias entre un coach y un consultor, y es los coaches no llegan a las organizaciones a evaluar o sentenciar si las cosas están bien o mal hechas; llega para ayudar a descubrir lo que los propios clientes consideran qué puede mejorarse y el cómo hacerlo.
De manera, que coach debe desarrollar la difícil habilidad de suspender los juicios para evitar invadir el mundo subjetivo del coachee.
La madre Teresa de Calcuta era compasiva porque en vez de sentir lástima del pobre o el enfermo elegía actuar de forma decidida y misericordiosa para aliviar su pena. Por esto, con toda moral ella afirmaba “Quién no vive para servir, no sirve para vivir”, Ser un coach es ser un “ferviente servidor.
Autor:
Pedro Fermín
CEO Consultaneo.com /Consultor de negocios y Coach Empresarial
Pedro Fermín tiene más de 20 años de experiencia en el emprendimiento, y en la gestión y asesoría de negocios tradicionales. Desde hace 5 años ha venido invirtiendo en startups tecnológicas y se ha propuesto modernizar sus empresas y las de sus clientes inspirado en la consigna “Digital & People First”. Como fundador y CEO de Consultaneo.com, promueve las iniciativas de emprendimiento y transformación digital, mediante el aporte de consultores especializados en distintas áreas de la tecnología de la información y los recursos humanos.
Agradecimiento al Coach Alfredo C. Angel
1 comentario en «Cómo ser un coach»
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