Consumir alimentos saludables y hacer ejercicios con regularidad es una costumbre que en inglés se denomina «Fitness», tendencia que afortunadamente continúa creciendo en todos las culturas y por la cual, a la persona delgada y tonificada, se le denomina FIT.
Hay mucha consciencia sobre la importancia de mantenernos FIT en lo personal, pero demasiados emprendedores y empresarios parecen no haber asimilado que esta necesidad debe trasladarse también a sus emprendimientos y organizaciones.
En el siguiente artículo, ofrecemos un abreboca sobre cómo crear empresas saludables, que van más allá de ser esbeltas para posicionarse como organizaciones capaces de adaptarse con agilidad a las transformaciones del mundo actual, logrando a su vez mantenerse presente, de manera perdurable, en el gusto y el corazón de su público.
Eliminando el sobre peso
En nuestra práctica de consultoría encontramos muchas compañías obesas, lentas y poco saludables. ¿Puede incluso una pequeña empresa sufrir de sobrepeso? ¡Por supuesto que sí!
El sobrepeso en una organización no solo viene dado por el exceso de personal, lo que en la administración pública es llamado burocracia, también, se deriva del exceso de inventarios, controles, procedimientos, espacios y otros recursos excedentarios. A veces, en las organizaciones, mayor daño hace lo que sobra que lo que falta.
Las empresas deben comenzar a eliminar estos rollitos de más, por suerte, existe una dieta japonesa muy efectiva para esta finalidad, se le llama LEAN.
El método LEAN o ESBELTO, más que una dieta es una filosofía, un estilo de gestión empresarial que busca reducir la inversión, el tiempo y los esfuerzos empleados en una empresa con el objetivo de lograr mayor eficiencia. Y la eficiencia como sabes se explica de manera muy simple: Hacer más con menos.
Una empresa Lean estará muy bien organizada y contará con aquellos procesos y recursos que necesita, ni más ni menos. Suena bien, ¿cierto?
Ahora, al igual que las personas, es posible que a una compañía no le baste con ser esbelta y saludable. Puede necesitar otras cosas, como ser más flexible o adaptable, por ejemplo. Pudiese carecer también de lo más importante: Amor. Sí, amor, por parte de los directivos y empleados que la conforman y sobre todo por parte del mercado, de sus clientes.
¿Cómo resolvemos estas otras necesidades?
La supervivencia del más apto
Algunos atribuyen a Charles Darwin la llamada “Ley del más fuerte”, cuando en realidad Darwin solo acuñó el concepto de “la supervivencia del más apto”. Esta supervivencia viene dada principalmente por la capacidad adaptativa de las especies, de manera que, no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta.
Tal principio biológico de Darwin, aplica a la perfección en el entorno de negocios. Adaptabilidad y flexibilidad son características indispensables en este mundo VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo). Tanto así que una de las competencias de mayor demanda en las grandes corporaciones internacionales es el AQ: Adaptability Quotient (Coeficiente de Adaptabilidad), también denominado Adversity Quotient (Coeficiente de Adversidad).
Para resolver este desafío, como líderes y colaboradores, además de una mentalidad elástica, debemos adoptar otra aptitud de enorme poder: La innovación.
Para el 2030, en apenas 7 años, el plástico será “cultivable” mediante la biotecnología, la inteligencia artificial estará a cargo de la gestión del 80% de los proyectos existentes, el 70% de los empleados trabajará de forma remota o híbrida… Como empresarios, ¿será posible hacerle frente a estos cambios tan radicales, si previamente no hemos fortalecido la mentalidad innovadora en nuestra gente?
Y en cuanto al amor…
¿Cómo le hacemos para que nuestras marcas puedan gozar de admiración, compromiso y respeto? Esto, puertas adentro y en especial allá afuera en un mercado hiper competido.
Ya lo decía, Kevin Roberts, autor del libro Lovemarks, “al construir respeto e inspirar amor, los negocios son capaces de mover el mundo”. Para ganar la conexión emocional perdurable de su gente y sus clientes, las organizaciones deben apuntar mucho más arriba de la diana llamada “facturación”, deben apuntar a la trascendencia.
Las personas y las sociedades más evolucionadas no están movidas solo por el enriquecimiento económico, les impulsa algo más importante: el propósito. La necesidad de hacer el bien y dejar un legado que trascienda su espacio y tiempo. Mejorar la vida de las generaciones actuales y futuras ha sido el secreto de los gobiernos, sociedades y organizaciones más destacados de la historia.
¿Qué busca lograr el gobierno finlandés cuando invierte tanto tiempo, esfuerzo y recursos materiales en la educación de sus jóvenes? Busca mejorar sus vidas, haciéndoles más plenos y conscientes. No es casualidad que Finlandia, país que ha ganado año tras año un puesto en el TOP 5 de los mejores sistemas educativos del mundo, también se encuentra hoy en la lista de las Naciones Unidas como el país más feliz del planeta.
El dinero facilitará los recursos, pero al final lo que traerá un mayor nivel de bienestar a ti como empresario, a tus empleados y a los clientes de tu empresa será encontrarle sentido trascendente a lo que hacen.
Así pues, la empresa Fit debe mantenerse:
-Funcional
-Innovadora y
-Trascendente.
Funcional por cumplir a cabalidad con su misión, generando un nivel de desperdicio cercano a cero; innovadora por ser capaz de adaptarse a los vertiginosos cambios del entorno y de los hábitos de consumo; y trascendente por su empeño de perseguir ideales elevados que van más allá del Fortune 500. Hablamos de causas relevantes para todos y especialmente para las generaciones emergentes: la preservación del planeta, la erradicación de la pobreza y la promoción de la igualdad, entre otras.