El amor, como una de las emociones básicas que activan la conducta y el desempeño humano, es una fuerza compleja. En tiempos de cuarentena, el amor puede hacer surgir los sentimientos más nobles, sublimes y altruistas, así como las pasiones más peligrosas y dañinas.
El amor como herramienta de la política, la economía y las relaciones internacionales ha sido una constante de la realidad. Por amor, se han hecho las hazañas humanas más increíbles. Por amor, se han escrito los poemas, las canciones y las cartas más hermosas y sentidas.
Por amor se han experimentado los guayabos y los despechos más intensos. Por amor, se han desarrollado las luchas de conquista más aguerridas. Pero nada como el amor entre las mejores parejas, esas que lo viven todos los días en sus diversas manifestaciones, incluso en las épocas más difíciles, como la que actualmente vivimos.
El poder de la compañía como soporte en tiempos de cuarentena
La compañía, la atención personal, los detalles, la sinceridad de un planteamiento, aceptar que «somos diferentes», un reclamo oportuno, la conversación casual sobre cualquier cosa, compartir gustos, respetar y disfrutar espacios de actividades sin la pareja, saber decir con claridad «discúlpame, estoy molesto, en este momento siento rabia, no quiero hablar porque no quiero ofender», el sexo rico y regular, son algunas de las manifestaciones que deben avivarse en época de confinamiento.
La compañía y la conversación sabrosa en torno a «lo humano y lo divino» hacen de la vida en pareja un valiosísimo activo. Ese activo se revaloriza, sobre todo, cuando no se idealizada la relación, ni se le exige al otro de forma inadvertida, o inconsciente «la anulación de su propia identidad».
Este abuso de la relación es un tema de poder, de fuerza para ordenar y puede ocurrir muchas veces sin que los actores se den cuenta de lo que están haciendo y de sus implicaciones.
Cuando el abuso de la relación ocurre, es vital que el otro componente de la pareja detenga de forma determinante y asertiva esta amenaza. Ya que ésta destruye el respeto, el disfrute de la compañía de largo plazo, enfría el amor y en consecuencia, mata de inmediato el interés sexual.
El cuidado mutuo del amor en tiempos de cuarentena, el «yo te cuido y tú me cuidas» es un antídoto muy efectivo para derrotar y detener la «soledad silenciosa: vivimos juntos pero me siento solo». Nada es más retador para el amor de una pareja, que cuando alguno de los dos se enferma, o se ausenta por largos periodos de tiempo.
Cualquiera de las dos situaciones, constituye la «prueba ácida» del amor de pareja. El amor tiene efectos en la felicidad, en las emociones y decisiones, en la alegría, la curación de enfermedades y la depresión.
Las mejores relaciones de pareja, independientemente de la edad de los cónyuges, tienen un compromiso consciente con mantener una buena relación de pareja como activo familiar.
Por eso, invierten tiempo de calidad en evaluar la relación, los momentos de encuentros, desencuentros y las formas más efectivas cómo han resuelto sus diferencias en el pasado ¡Las mejores parejas son aprendices permanentes de una relación nutritiva y realista!
La capacidad de adaptación de cada uno y el hecho de ser imperfectos en tiempos difíciles, reta a la pareja todos los días a una mayor aceptación y respeto mutuo. Y esa es la gran maravilla del amor. ¡Que activo tan valioso es la fuerza del amor en la relación de pareja! NAMASTE
Por:
Alfredo C. Ángel
Master Coach & Trainer
Master Coach & Trainer